¿Pureza sexual en proceso?

¿Pureza sexual en proceso?

“Entonces te deleitarás en el Todopoderoso y levantarás tu mirada a Dios”.  Job 22:26

Por: Lic. Edwin Bello  (Esposo, Padre, Abogado, Autor, Conferencista)

Continuamos con esta serie relacionada a la custodia de los ojos para lograr pureza.  Somos seres que hemos implementado hábitos en nuestro diario vivir.  Si tienes duda sobre esto, reflexiona sobra las cosas cotidianas más básicas de ti vida: ¿Qué haces tan pronto te levantas? ¿Tienes una manera peculiar de vestirte?  ¿Te pones las medias primero, o será la camisa? ¿Te peinas después de vestirte o antes? ¿Lees el periódico al desayunar, o ves las noticias en la televisión mientras te tomas el café? Siguiendo esta línea, ¿te has preguntado cómo miras a las personas allá afuera, en la calle?  Muchas veces desarrollamos hábitos de cómo mirar a la gente en lugares públicos.  Con frecuencia, estos hábitos reflejan la terrible lucha que llevamos dentro de nosotros contra la lujuria sexual.  Para la persona atada a la pornografía, la costumbre de mirar miles de páginas pornográficas lo impulsará a mirar a las personas como objetos sexuales.  ¿Y cómo es que uno mira de esa manera?

Lo hemos visto tantas veces en los centros comerciales, en las plazas y otros sitios públicos.  Este es el hombre que no puede controlar sus ojos; que su mirada se enfoca en partes específicas del cuerpo, porque la persona en su totalidad no es importante; lo importante en ella es lo erótico, lo genital o sexual que sus ojos pueden captar a través de la ropa.  Por esto es que tal tipo de hombre se caracteriza porque al mirar, “desnuda con la mirada” e invade con sus ojos todo lo que puede ver a través de un escote o una falda corta.  Durante años, inclusive después de haber sido libre de la pornografía, los hábitos que me esclavizaron por tanto tiempo seguían impactando la manera en que miraba en la calle.  De hecho, por años recibí amorosos codazos y agarrones de parte de mi esposa cuando mi mirada se desviaba automáticamente hacia los lugares equivocados.  Ya en esa época de mi vida había dejado de mirar con lujuria o codicia sexual a las mujeres en la calle, pero el hábito de tantos años seguía causando que mis ojos no me obedecieran.

Entonces, ¿qué podemos hacer ante tal situación?  Lo primero que te quiero compartir es que si estás esclavizado a una mirada impura, tienes que cortar de tu vida los hábitos que te han llevado a tener una mirada impura.  Un hombre nunca podrá tener una mirada limpia si está atado a la pornografía.  ¿Estás atado a la droga pornográfica?  Tienes que erradicarla de tu vida para que tus ojos sean limpios.  Lo segundo que te quiero compartir es que tienes que aprender a mirar con pureza.  En otras palabras, tienes que remover el hábito lujurioso de mirar a los seres como objetos sexuales y sustituirlo con un hábito sano de mirar a la personas con el respeto que se merecen.  Esto es lo que yo llamo “remover los lentes de lujuria de tus ojos”.  Hoy te quiero compartir una regla fácil para lograr esta pureza visual:

  • Pide a alguien que haga un pacto de pureza contigo y que te observe cuando salgan a la calle.
  • Es importante que esta persona te haga consciente de cómo miras a la gente y qué rasgos de lujuria sexual ve en ti cuando miras.
  • Si estás casado y tu esposa está dispuesta y tiene la madurez para ayudarte en esta área, ella debe ser tu mejor aliada en esta batalla.
  • Con el conocimiento adquirido, tienes que comenzar a romper el hábito de mirar con lujuria.
  • Cada vez que te sorprendas mirando en la dirección equivocada, debes reiterar tu compromiso de honrar a Dios con tu pureza y que lujuriar con la mirada es robar lo que no te pertenece.
  • Tienes que adiestrar a tus ojos a mirar hacia la parte superior de la cara, para que nada te dispare la lujuria sexual.
  • Practica este hábito de  mirar a la cara mientras conversas con personas que no te resultan amenazantes.  También lo puedes hacer frente a la televisión, enfocando la mirada hacia la cara.
  • Así entrenarás a tus ojos a mirar correctamente y, sobretodo, entrenarás a tus ojos a obedecerte.

Si logras implantar esta sencilla regla, verás cómo el mal hábito de mirar con lujuria sexual se disipará y vendrá el buen hábito de mirar con pureza.  Entonces, cada ejercicio visual en la calle será una oportunidad para desarrollar dominio propio y para entrenar a tus ojos a mirar correctamente.  ¿Será fácil?  No, pero te aseguro que, con la gracia de Dios, se puede.  Comienza hoy. Nunca olvides que tus hijos se darán cuenta dónde pones la mirada. Es un buen día para comenzar a construir un legado de pureza para ellos y otras generaciones venideras.  Lo menos que deseas dejarles como herencia es el recuerdo de un padre con ojos descontrolados; un ladrón visual que invadía cuerpos ajenos para robar la intimidad de otras personas.

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Nota: El Ps y Lic. Edwin Bello estará presentando en la edición de Expolit 2015 el taller: “Pureza Sexual ¿Cómo mentorear en la congregación a personas adictas a la pornografía? – Jueves 30 abril 4:30pm  MACC 201

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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Pureza sexual…

Ciertamente, un odre viejo no podrá recibir un vino nuevo, porque el nuevo vino romperá el odre desgastado, causando que el vino nuevo se pierda y acabe derramado en el piso.

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