“No dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros.” Gálatas 5:26 (NVI)

Ni el auto del año, ni la ropa de moda, ni tampoco el teléfono último modelo pueden traernos felicidad a nuestra vida. No permitas que lo que es vanidad traiga envidia a tu corazón o peor aún te robe la paz. Busca cada día llenarte del Espíritu Santo, vestirte de santidad y lucir el evangelio en todo su esplendor. Pídele a Dios que te ayude a que tu mirada no esté en lo pasajero sino en lo eterno.

Por Yahany Chávez

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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