Soy orgullosísimamente Colombiana, nieta de abuelo español (de verdad), abuela polaco-alemana (también de verdad), casada con un colombo/gringo/libanés (también auténtico); y con muchos amigos de nacionalidades varias, como argentinos, venezolanos, alemanes, estadounidenses, españoles, suecos, entre otros.

Y por eso, me sentí obligada, o mejor dicho, inspirada a escribir estas palabras.

Me parece TERRIBLE, EL COLMO, DOLOROSO y hasta LAMENTABLE, ver como se ha formado un movimiento tan triste entre latinos, europeos, no europeos, americanos y hasta africanos, o de donde sean…

Un movimiento sin sentido alguno, que provoca es sacar la correa y tratar como niños mal portados a todos los que se han tomado el tiempo (desaprovechándolo) para ofender pasivamente a los que no comparten sus preferencias, gustos, opiniones o simplemente no le van al mismo equipo; entonces la manera de hablar, escribir o incluso excluir de sus redes sociales, me parece muy fuerte, no es lógico que durante el resto del año seamos capaces de comentar positivamente o darle me gusta a una foto; o retuitear y comentar un tuit, siempre y cuando no se trate de fútbol o del reciente y polémico mundial Brasil 2014. Las amistades y relaciones se han visto afectadas. ¿En serio? ¡Por el amor de Dios!

Como persona, que siente, piensa y opina, como cualquier otra; también sentí muchísimas cosas durante este mundial, me dio mucho dolor como salió Colombia, me pareció el colmo el arbitraje de muchos partidos, me dolió como golearon a España, que saliera Estados Unidos, que no pasara Costa Rica, entre otras cosas. Sin embargo, no por estas razones me dispuse a ultrajar (sí aunque suene extremo, es así) lo que los demás pensaran, no comparto la forma tan parcializada y dura en la que muchos, incluso entre mis amigos y conocidos, se han estado “dando duro” en comentarios, indirectas, discusiones, exclusiones en redes y medios sociales, tan sólo por un evento que duró un mes. ¿De verdad las amistades, y las nacionalidades, deben ser discriminadas porque no le hinchamos al mismo equipo o al mismo país? ¿Esto que estoy viendo, es en serio? Que vergüenza tan colorada , como diría mi abuela.

Más que todo, porque si la excusa es que los demás también lo hacen, entonces nos falta CRITERIO, porque eso de vivir en lo que “los demás también” no da ni rabia! Por eso digo que si vemos que los demás están “maltratándose” en redes, mensajes, etc.,  nosotros NO podemos seguir lo mismo. Y esto lo digo porque tuve la oportunidad de ver la final del mundial entre alemanes y argentinos en un parque de atracciones mecánicas en los Estados Unidos, y me sorprendió gratamente ver como el grupo de alemanes que estaba allí tuvo excelente actitud y comportamiento, muchos de los argentinos también, eso me pareció bello y digno de admirar.

Cuando llegaron las faltas no pitadas y los desajustes del arbitraje, te dabas cuenta de las caras de tristeza, mas en ningún momento vi una sola discusión, de hecho me sorprendió como gente que no era ni de Argentina, ni de Alemania, eran los que tenían la “pelotera” como le llaman en mi país a las peleas.

Estuve casi que desconectada de mis redes sociales, y cuando las retomé, me encontré con comentarios y discusiones que me dejaron con la boca abierta, y no porque haya sido grata la impresión, fue todo lo contrario.

Por esto, quiero invitarte a que si eres uno de los que tiene esta actitud tan lamentable, pidas excusas o corrijas, si PASIVAMENTE atentaste contra la opinión de algún amigo, analiza lo siguiente: Tú no eres Dios, y mucho menos eres perfecto, como para criticar, señalar o comparar con lo que tú haces o harías, a los que NO son, ni piensan como tú. Eso NO es muestra de lo que decimos con nuestra boca cuando hablamos de un Jesús al que debemos imitar, o por lo menos cuando queremos que quienes nos rodean sean mejores personas. Además, hasta donde me consta, la totalidad de los que he visto (hablando de los comentarios y discusiones) vivimos en países que tienen ¡LIBERTAD DE EXPRESIÓN!

¡Ya basta! El mundial duró un mes, las amistades son de años, las relaciones venían bien, y los gustos son de cada quien.

A cambiar se dijo.

Nota aclaratoria: Yo le iba a Argentina en la final, y le hinché con pasión y garganta, me gocé cada partido en general, lloré y sufrí igual que muchos, pero tenemos que entender, que al igual que este artículo, todo debe ser una opinión respetada y cada quien tiene la suya. Todos tenemos ese derecho.

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