Crisis en la distribución de alimentos y de agua, ausencia de líderes fuertes que den conducción inteligente a la nación, medios de comunicación que han abandonado su rol de educar e informar y han optado por el entretenimiento, caída en la calidad de la educación; el poder político y económico en manos de jóvenes arrogantes, inexpertos y sin respeto por orden social. Incremento de la violencia pública e intrafamiliar, degradación del respeto a la persona humana en todos los niveles. En medio de este cuadro, aquellos que podrían luchar por recuperar la nación para un mejor destino han renunciado a tal responsabilidad, abrumados por su propia situación y por el clima social.

Aunque lo parezca, esta no es la agenda editorial de una cadena de noticias latinoamericana. Son, en realidad, temas expuestos por un importante comunicador en la sociedad de Israel alrededor del año 680 antes de Cristo. Su nombre era Isaías y era parte del linaje de la familia real. Sus palabras, por supuesto, han sido puestas en clave actual.

En esa época no existían las agencias de noticias, no había periódicos, radio ni televisión; así que Dios implementó un medio de comunicación que cumpliera con la responsabilidad de enfocar la atención de los líderes y del pueblo en los asuntos realmente importantes de la hora: los profetas. A veces eran gente educada y emparentada con el poder; otras veces fueron modestos trabajadores, todos ellos llamados por igual a mostrar al pueblo los caminos que Dios y la experiencia revelaban para mejorar las cosas.

Si uno examina rigurosamente la labor de los profetas, se da cuenta que no sólo hablaron del futuro: también denunciaron y se involucraron con la palabra y la acción en la contienda social. Si uno examina, a su vez, los contenidos de la mayoría de los medios de comunicación que representarían la voz del Dios de la Biblia, queda en evidencia el rotundo contraste que muestran con la agenda de los comunicadores antiguos:

Cómo vencer la depresión, cómo mejorar la realidad financiera, los eventos propios de la comunidad de creyentes, orientaciones para una mejor vida personal, seguimiento de las estrellas del espectáculo del sector, música para alegrar el alma, consejos y orientaciones para mejorar el cuerpo y la mente, tips para la felicidad familiar, la celebración de la cultura “no de este mundo.”

Urge, nos parece, una mirada más seria a la relevancia de los contenidos de los profetas actuales.

 

Deja un comentario