Y bueno, nada…
Tengo que volver a la cuestión del contenido de este blog. Estoy releyendo Nativos de este mundo de Carla Cordua, filósofa y ensayista chilena. En el ensayo Borges y los servicios de la palabra escribe:
¿Qué nos dice Borges sobre el lenguaje del que dependen el escritor, el lector, el políglota, el traductor y el bibliotecario, es decir las esferas habituales de su propia vida? No ofrece una teoría formulada como tal, sino más bien intuiciones, observaciones y aplicaciones ocasionales de lo que le enseñan sobre el lenguaje sus propias actividades. Mejor escribir sin teoría, opina Borges a propósito de Gibbon, el historiador ingles.
Alguien me ha propuesto que escriba el libro de mi pensamiento y de los asuntos que enseño en los encuentros de comunicadores. Le he dicho que las cosas en las cuales me ocupo son de tal condición que si se publicaran en un volumen sistematizado carecería de algo fundamental, al menos para los ojos de quienes son el objeto de mi critica, mi reproche o mi denuncia: rigor académico.
No tengo una teoría “científica” sobre lo que expongo. Son, precisamente, intuiciones. Y las intuiciones entran el campo de lo especulativo, emprendimiento que no tiene lugar en las obras que sistematizan la Biblia. A mí no me interesa navegar esas aguas porque hay legión de expertos y expertas para decirle a los creyentes lo que deben entender y creer.
Sigo mi propia lectura de la Biblia y busco aclaraciones sólidas entre libros y personas más entendidas que yo si se hace necesario entender mejor algún asunto confuso. El resto no es más que mi versión del mundo, de la vida, de las cosas, de las personas, de los tiempos que vivimos.
Así que, ni teorías ni doctrinas. Mucho menos, ayuditas para vivir porque de esos menesteres se ocupa el texto bíblico de manera mucho más estable y ajena a los brujuleos del marketing cristiano.
Me despido este viernes con este decir de Nicanor Parra:
Mi situación no puede ser más triste, fui derrotado por mi propia sombra: Las palabras se vengaron de mí.

(Este artículo fue escrito especialmente para la radio cristiana CVCLAVOZ)

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