Dios le habló a Jonás diciéndole que debía ir a Ninive y difundir mensaje contra ella. Mas él se levantó  para huir de la presencia de Jehová y compró boleto para irse a Tarsis.  Mas estando en el barco se levantó una tempestad que los tripulantes pensaron que la nave se partiría.

Entonces cada uno clamó a su dios y echaron los enseres al mar para hacer ligero el barco pero no sucedía nada. Cuando echaron suertes para saber cuál era la causa, ésta cayó sobre Jonás.

Al encontrarlo le preguntaron quién era y qué había hecho para que sucediera tal calamidad. Pues sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.

En aquel momento echaron a Jonás al mar quien fue tragado por  un gran pez; estando dentro del mismo, oró a Dios y  en arrepentimiento dijo: “Pero yo te ofreceré sacrificios con cantos de alabanza,  y cumpliré todas mis promesas.  Pues mi salvación viene solo del Señor”  Entonces mandó que  el pez lo vomitara en tierra. Al oír nuevamente la voz de Dios, Jonás fue a Nínive a llevar el mensaje que se le había dado.

Cuantas veces nos hemos encontrado en la posición de Jonás, hemos oído la voz de Dios y escuchado su palabra pero por razones propias hemos decidido huir de él. Compramos un ticket para tomar rumbo contrario al de la voluntad del Señor para nuestras vidas.

Sin embargo, también vemos que el amor infinito de Dios se muestra en medio de nuestra terquedad y nos sigue persiguiendo porque sus misericordias son  abundantes y de alguna forma nos quiere encaminar hacia Él.  En la historia el Señor permitió que se levantase una tempestad y que Jonás fuese tragado por un gran pez. Las situaciones eran desastrosas pero Dios las usó para quesu profeta se diese cuenta de sus errores.

Al entender Jonás de lo equivocado que se encontraba, se arrepintió y declaró palabras que permitió que el Señor le diese una nueva oportunidad.

En este día, no sé qué decisiones erradas tomaste para apartarte de él, pero te animo que puedas volver a sus propósitos, tan solo necesitas reconocer, aceptar y arrepentirte de todo lo malo que hiciste y regresar al camino del Padre, no olvides que Él espera por ti, su amor no ha cambiado y sigue  aguardando tu retorno.

2 Pedro 3:9 (NTV) dice “En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.”

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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