¿Por qué siento que Dios no me escucha? Solemos hacer esta pregunta cuando oramos por algo y aún no recibimos lo que estábamos esperando;  podemos sentir que Dios no escucha nuestras oraciones o que éstas no han pasado del techo.

En medio del sufrimiento Job fue capaz de adorar a Dios y decir estas sabias e increíbles palabras: “Jehová dio y Jehová quito. Sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21) Es por este motivo que la palabra de Dios nos enseña sobre la paciencia de Job:

He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Santiago 5:11

La paciencia, según el diccionario es la “capacidad para soportar con resignación trabajos, desgracias u ofensas; tranquilidad para esperar”. Probablemente por esto es tan difícil de poner en práctica, incluso ni deseamos hacerlo, pero es preciso tomar en cuenta lo que dice la Palabra de Dios.

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Hebreos 10:35-36

La Biblia dice que la paciencia es necesaria antes de recibir la respuesta que tanto estás esperando, La paciencia es la perseverancia hacia una meta, persistencia ante las pruebas, o una expectante espera por el cumplimiento de una promesa, sin perder la confianza en Dios. ¿Por qué es tan importante la paciencia?

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12

La paciencia forma nuestro carácter y confianza en Dios, es en situaciones de prueba donde conocemos cómo nos encontramos espiritualmente, si bajamos los brazos o tenemos fe en Él. La verdad es que difícilmente llegaremos al cielo mientras la paciencia no se desarrolle en nuestras vidas y esta es la principal preocupación que deberíamos tener.

La Palabra de Dios nos presenta a Dios con los brazos abiertos, buscando relacionarse con un pueblo que se obstina en ignorarlo, y que además parece no preocuparle en tanto que confía en sus propias ideas. Frente a esta figura cabe preguntarse cómo hace Dios para insistir en buscarnos. La única respuesta pasa por la paciencia de Dios.

La paciencia no es una virtud humana, pero es un regalo que Dios desea otorgarte. Debes pedírselo, o mejor aún, debes entregarte a Él.

Pide a Dios paciencia en medio de tus pruebas y también fortaleza para superarlas. Recuerda que esto sólo proviene de Dios.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario