Porque él dice: «En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé.» Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación! 2 Corintios 6:2 NVI

¿Has dejado para otro momento una responsabilidad? o ¿aún no has solucionado el problema que tienes con una persona que quieres mucho pero que por alguna causa se alejaron? o ¿sigues posponiendo una decisión importante porque piensas que aún hay tiempo?

Posponer es normal porque creemos que tenemos todo el tiempo del mundo; sin embargo, nadie sabe el momento preciso en que va a partir de este mundo, ni bajo qué circunstancias. Podría ser hoy mismo o mañana, en fin la vida terrenal no está garantizada.

Cuando aún no había iniciado una relación personal con Dios y escuchaba acerca de la vida eterna en el cielo o el infierno, me decía a mí misma: cuando esté a punto de morir voy a invitar a Jesús en mi vida, así tendré mi eternidad asegurada, mientras tanto seguiré “disfrutando” de la vida. Pero gracias a Su misericordia no fue necesario esperar hasta ese momento y lo conocí antes.

Por experiencia propia, cuando te encuentras en una situación donde tu vida depende de un hilo, el tiempo corre tan veloz que no te da lugar a nada. Por eso es que hoy te animo a tomar decisiones que afecten tu eternidad sin perder más tiempo.

Si aún no has tenido un encuentro personal con Dios, y no has aceptado su perdón por medio de Jesús, no tardes más en hacerlo. Si aún sigues encadenado a algún vicio no esperes más para ser libre, hoy es el día en el que debes tomar una decisión definitiva para terminar con lo que te está matando en vida. Si aún guardas rencor por algún daño que te causaron y no quieres perdonar, hoy es el día para hacerlo, porque la falta de perdón, como alguien dijo: es el único veneno que tomas tú creyendo que matará a la otra persona. Si aún no estás comprometido con Dios no esperes más, pues te estás perdiendo de experimentar más de su poder.

Seguro que hay una infinidad de otras situaciones más, pero el detalle es que Hoy lo hagas, no dejes para el último instante de tu vida lo que puedes hacer en este momento.

Vivamos como Dios nos manda antes que sea demasiado tarde.

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.” Eclesiastés 3:1

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario