Existen muchas personas que pasan su vida entera trabajando y ahorrando, poniendo toda su confianza sí mismos, en el dinero que pueden atesorar o en las posesiones que tengan. Hay la creencia errónea de que mientras más bienes materiales tengas serás más feliz.

Cuentan que en el patio de un  colegio, dos niños se hallaban discutiendo:

      – Mi padre es mucho más rico que el tuyo… Sí, mucho más rico, porque tiene hasta auto.

      – El mío es mil veces más rico– contestó otro niño quietamente.

      – ¿Más? ¡Si mi padre tiene hasta una casa muy hermosa en el campo.

      – Eso no es nada – replicó el segundo.

      – ¿Nada? A ver, ¿Qué tiene el tuyo?

      – El mío tiene fe en Dios, y todo cuanto nos hace falta se lo pide a Él, y luego lo tenemos.

Las riquezas materiales y todas nuestras posesiones son perecederas. No importa si tienes una casa o cuatro, una bicicleta o autos de último modelo, lo cierto es que esas cosas no son seguras y tampoco pueden darte la paz o felicidad que necesitas.

Ante una catástrofe natural, es casi imposible salvar las posesiones con las que contamos; ante una enfermedad terminal, el dinero que poseamos puede no ser de utilidad y hasta podría ser insuficiente para salvarnos; una crisis política, social o económica en tu país podría robarte todo aquello por lo que has trabajado tanto. Pero, la fe en Dios no está basada en cosas perecederas, ni en una persona falible y muchos menos en circunstancias, sino en Aquel que nunca cambia, que siempre velará por nuestro bienestar y que no conoce de imposibles.

En Mateo 7:11 dice: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Si confías en Dios, si tu fe está puesta en Él, todo lo que hagas según su voluntad va a prosperar y no sólo proveerá para tus necesidades, sino que te guardará del ladrón y del día malo. Puedes descansar confiado y gozar de la paz que has estado buscando.

No temas, pídele a Dios lo que necesitas y Él te lo dará porque desea bendecirte y mostrar su poder en tu vida.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario