Viendo la imagen de una persona en el desierto, caminando en medio de la nada y con el sol en pleno rostro, sin tener un lugar donde refugiarse de los rayos y sin una gota de agua que lo reanime, vemos que la persona que va en busca de agua en medio de un desierto no sólo necesita de la sed como motivación para seguir adelante, sino coraje, fe, fuerza, voluntad y dominio para poder llegar a encontrar lo que está buscando y necesitando.

Al igual que esta escena, tal vez muchos nos encontramos en un desierto en nuestras vidas y mientras recorremos el desierto podremos encontrar personas que se quedaron en el camino y no pudieron seguir, gente que nos desanima, voces que nos dicen que no lograremos nada y que no hay salida.

Es ahí donde nuestros corazones deben oír la voz de Dios y sólo poner nuestra atención y vista en lo que nos dice: “De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.”Juan 7:38

No dejes que las voces de otros, la debilidad o el temor se apoderen de ti en estos momentos de prueba, deja que los ríos de agua viva que Dios tiene para ti fluyan y sacien tu sed y necesidad.

No es suficiente tener sed sino que debes demostrar que tienes el coraje, la fuerza para seguir y encontrar lo que Dios tiene para ti al final del recorrido.

¿Tienes sed? En Dios está lo que necesitas para saciarte. Al igual que a Jacob te dice esto:” Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos” Isaías 44:2-3 (RVR-1960)

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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