Hace poco más de un año, un joven en estado de ebriedad murió cuando se golpeó la cabeza al caer. En el lugar donde había fallecido, una persona pidió un deseo y como se cumplió nombraron “santo” al hombre que perdió la vida. Prenden velas y la cantidad de personas que creen en él y se acercan a pedir por sus necesidades es increíble ¿Acaso no se ve claramente que las personas tienen la necesidad de entregar sus cargas?

“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.” Deuteronomio 5:7-9

Recuerdo que realizamos un viaje misionero con algunos jóvenes para predicar la Palabra de Dios. En esta oportunidad encontré una señora que tenía el corazón duro por la forma en la que respondía las preguntas que le hacía; sin embargo, tuve la oportunidad de decirle que Dios podía darle una bendición que no añade tristeza con ella (Proverbios 10:22).

La señora se puso a llorar y me contó una historia conmovedora. En su hogar tenía el altar de una virgen a la que adoraba haciendo fiestas de gran costo, puesto que ganaba fuertes sumas de dinero. Un día perdió su empleo y todos los ahorros que poseía se fueron para cubrir una deuda que recibió injustamente.

Llegó el momento de realizar la fiesta para el dios que tenía, entonces, sacó un préstamo del banco e invirtió todo pensando que le iría mejor. Lamentablemente fue peor porque no tenían dinero para devolver al banco, embargaron su casa y tuvieron que escapar de su país.

Entre lágrimas ella declara: “todo lo que nos dio, nos cobró y ahora mis hijos no quieren saber nada de Dios” El diablo no solamente cobró en lo material, sino, en su estado espiritual, sus hijos no solamente odiaban al santo que los llevo hasta ahí, sino a Dios, a quien habían ignorado desde un principio.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mateo 11:28

Las personas en su necesidad buscan apoyo en los lugares equivocados, depositan su confianza en otros dioses, por lo que no sólo pierden bendición, sino que hasta pueden perder su alma. Dios es celoso y desea llevar tus cargas, si estás cansado Él quiere hacerte descansar. Te animo a entregar tus cargas en el lugar indicado y a guiar a otros que no conocen este sendero.

¡Salva vidas trayéndolos al camino correcto!

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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