“Publiqué una foto mía en Facebook y de inmediato recibí comentarios ofensivos sobre mi apariencia. Me decían que debía bajar de peso, que era fea y que mi madre debía de estar avergonzada por tener una hija tan horrenda como yo… Los insultos empeoraron y la gente comenzó a hacer memes con mi foto. Recibí miles de insultos y me decían que debía morir. Con el tiempo empecé a creerles y hasta ahora he tenido tres intentos de suicidio…”

-Señorita de 21 años.

El cyber-bullying o ciberacoso es un tipo de acoso que ocurre a través de la tecnología electrónica y que tiene consecuencias en la vida real. Las estadísticas afirman que una de cada cuatro personas ha sufrido bullying en línea. Esta alarmante cifra demuestra que la violencia encuentra nuevos medios por los cuales propagarse y que continuará haciéndolo si no lo detenemos.

“Mi jefe es abusivo. Trata a sus empleados como si fuéramos basura. Para vengarme, abrí una cuenta falsa y comencé a publicar sus verdades. Ahora la página tiene muchos seguidores y todos se sienten libres de expresar su opinión sobre este hombre. No lo considero bullying porque no estamos haciéndole ningún daño físico. De seguro que ni le importa lo que se dice de él.”

-Hombre de 55 años.

Algunas personas justifican el bullying en internet al decir que están ejerciendo su “libertad de expresión”. Otros lo utilizan como una manera anónima de obtener venganza y desquitarse con aquellos que les hacen mal en la vida real. Si bien el bullying no genera daños físicos directos, sí lo hace en el aspecto psicológico, el cual es mucho más difícil de tratar. Una persona que constantemente recibe mensajes negativos, con el tiempo desarrolla síntomas de depresión e incluso puede cometer suicidio.

“Mi amigo comenzó a recibir insultos y amenazas por mensajes de texto. Él era el primer alumno en la universidad y nunca se metía en problemas, pero comencé a darme cuenta que se estaba volviendo introvertido. Después de unos meses me enteré que se había vuelto adicto a las drogas.”

-Joven de 18 años.

No informar un caso de cyber-bullying convierte al testigo en cómplice. Los investigadores de este tema informan que sólo una persona de diez que sufre de cyber-bullying lo reporta. Esto quiere decir que miles y miles de casos serían detenidos a tiempo si tan sólo los demás colaboraran.

“Mi mamá me enseñó a decir lo que pienso. Si veo la una foto de alguien que no me cae, o que creo que es fea, se lo digo. Así de simple. Eso no es bullying. Se llama honestidad.”

-Adolescente de 13 años.

Tenemos una responsabilidad para con los niños y adolescentes. Ellos aprenden de nuestro ejemplo y debemos enseñarles que nuestras palabras tienen el poder de sanar y herir. Cada publicación que hacemos en línea tiene una repercusión y debemos de pensar en ellas. El cyber-bullying no es un tema que debe tomarse a la ligera, sino que todos debemos poner de nuestra parte para detenerlo y prevenirlo.

Lo que uno habla determina la vida y la muerte; que se atengan a las consecuencias los que no miden sus palabras.”
Proverbios 18:21 (PDT)

 
 
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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