Cuentan que en cierta oportunidad Alejandro el Grande padecía de una violenta fiebre cuando recibió una carta denunciando a su médico como traidor,  afirmando que el galeno había recibido  soborno para envenenarlo.

En ese mismo momento el médico estaba a su lado con un medicamento. Alejandro le dio la carta al médico para que la leyese y mientras lo hacía, sin titubear, bebió la medicina.

Su confianza fue grandemente recompensada, pues aquel remedio produjo alivio a su enfermedad.

Este es un ejemplo de cómo, cuando estamos atravesando tiempos de prueba, de crisis, pueden venir calumniadores a tratar de destruir nuestra confianza en Dios, a cuestionar nuestra fe y a tratar de hacernos creer que  Dios nos ha abandonado y que no hace nada por nosotros; sin embargo, Él está trabajando en nuestras vidas en medio de esos tiempos de dificultad.

Así como Alejandro el Grande confió en su médico y no se dejó llevar por una carta con mentiras, nunca prestes oídos a lo que la gente diga. Muchas veces te preguntarán: ¿Dónde está tu Dios? o llegarán a afirmar que Él no se preocupa por ti, pero si tú sabes en quién estás creyendo, todo lo que ha hecho por ti y que sus planes para tu vida son de bien,  tu fe se verá grandemente recompensada.

“Pero benditos son los que confían en el Señor   y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza”. Jeremías 17:7 (NTV)

No permitas  que una carta con calumnias destruyan tu relación con Dios, mantente firme, seguro de que Él es fiel a sus promesas y nunca miente ni falla. ¡Confía plenamente y descansa en sus promesas!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

 

Deja un comentario