Una noche, un fariseo llamado Nicodemo, que era líder de los judíos, fue a visitar a Jesús y le dijo:

—Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, pues nadie podría hacer los milagros que tú haces si Dios no estuviera con él.

Jesús le dijo:

—Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios.

Nicodemo le preguntó:

—¿Cómo puede volver a nacer alguien que ya es viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre?

Jesús le respondió:

—Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu. No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17 (RVR-1960)

Nacemos de nuevo cuando recibimos a Jesús como nuestro único Salvador, desde ese momento ya no somos las mismas personas, recibimos el sello del Espíritu Santo y es Él quien nos da la convicción cuando pecamos. Una cualidad de la nueva identidad de todo hijo de Dios, es la “Santidad”, que significa “separación, consagración”. Se refiere a algo separado, apartado de lo común y dedicado a Dios.

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Hebreos 12:14 (RVR-1960)

Entendiendo la importancia que tiene la santidad en nuestra vida, es que debemos cada día determinar en nuestro corazón no pecar sino más bien agradar a Dios con nuestra manera de vivir. Necesitamos cambiar nuestra manera de mirar, pensar, hablar y sentir.

Todos somos tentados de diferente manera pero debemos recordar que no estamos solos, tenemos al Espíritu Santo que está dispuesto a ayudarnos todas las veces que se lo pidamos. Sólo apartándonos de aquello que nos está impidiendo hacer las cosas que Dios quiere que hagamos, podremos darle la gloria y honra como Él se merece.

Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 1 Pedro 1:15-16 (RVR-1960)

Eres propiedad exclusiva de Dios y debes esforzarte por agradarle sólo a Él.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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