Se cuenta que durante una prueba, un submarino  permaneció muchas horas en aguas profundas. Cuando salió a la superficie le preguntaron al capitán:¿En qué forma le afectó anoche la tempestad?

Sorprendido, el capitán respondió: ¿Tempestad? No sabemos nada tempestad alguna.

Las noticias cada vez son más desalentadoras, la inseguridad y la violencia a nivel mundial se han incrementado impresionantemente, lejos de mejorar pareciera que el mundo se dirige a un caos total.

Sin embargo, para aquellos que confiamos en Dios, que lo hemos puesto por escudo, refugio y escondite, las malas noticias no deben afectarnos porque nada ni nadie podrá tocarnos, por muy fuertes que soplen los vientos nuestras vidas están sobre la Roca segura.

En muchos Salmos encontramos declaraciones acerca del cuidado y protección de Dios hacia sus hijos. Quizás el Salmo 91 sea uno de los más conocidos y de los que más aliento nos infunden cuando las cosas no se ven nada bien:

“Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. Declaro lo siguiente acerca del Señor:Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío.Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales. Con sus plumas te cubrirá  y con sus alas te dará refugio.Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección. No tengas miedo de los terrores de la noche  ni de la flecha que se lanza en el día. No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad,  ni a la catástrofe que estalla al mediodía. Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor, esos males no te tocarán. Simplemente abre tus ojos y mira cómo los perversos reciben su merecido. Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo,ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar.  Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas. Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra. Pisotearás leones y cobras;¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies! El Señor dice: “Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre. Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré. Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación”. (NTV)

No temas si la tempestad se desata y golpea fuerte, si las malas noticias aumentan o pareciera que tus enemigos han aumentado; tu esperanza, refugio, escondite y salvación es Dios y Él no permitirá que nada te dañe.

Inclusive es posible que desconozcas todos los peligros de los que Dios te ha librado, justamente porque estabas sumergido en Él cuando soplaron los vientos.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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