Categories: Archivo

La poesía es la misma

No dejen que los agoreros del fin ni los funcionarios del terror les quiten el amor por la poesía, porque ustedes la amaban antes de saber que la amaban, es decir, la amaban sin saber que la amaban. No dejen de pronunciarla y de estamparla en las bitácoras del exilio, en los calabozos del abandono, en las trincheras laterales, en la luz de sus cuadernos.

Porque la poesía es el grito del silencio, la voz amordazada, la pasión reprimida, la crónica valiente, el rostro de la mudez. Con ella combatimos las cuchillas de la razón y penetramos en el helado país del miedo. Se viste de overol en las usinas lo mismo que siembra en amores su palabra de miel.

La descubrimos andando los días de ayer, cuando teníamos el alma pura, la mente virgen y el cuerpo disponible. Se nos vino encima cualquier noche como lluvia de estrellas o en la orilla de los ríos como amparo de sauces. No sabíamos nombrarla, pero emergían de nosotros sus versos a borbotones, como risa loca de noviembre o primavera que sangra.

Los rigurosos cancerberos del idioma exploraron nuestras palabras, las separaron en trocitos y analizaron con severos milímetros su pronunciación autodidacta. Creían que nosotros íbamos a someter a sus decretos silábicos nuestra sangre, que íbamos a entrar en el uniforme de la academia. Pero no sabían que veníamos del hambre, del dolor, de la decepción, de la oscuridad, del grito y que para eso no hay escuela ni calendarios, no hay corrección política ni censura previa.

Los vigilantes, los diligentes epónimos examinaron el rigor doctrinal de nuestro grito a ver si la palabra se cuidaba de mundanos territorios y hacía pronunciadas reverencias al modelo y los edificios del sistema. Pero nada. Habíamos entrado en misteriosos callejones, tocábamos los cuerpos agitados, preparábamos ungüentos de papel para el dolor del siglo. Nuestro poema se confundía con editoriales y protestas, con clandestinas confabulaciones, harto de discursos y cadenas nacionales.

Aunque no está escrito así en ninguna parte, uno igual sueña: “Oísteis que fue dicho… pero yo os digo: Dejad a los poetas venir a mí y no se lo impidáis…”

Benjamín Parra Arias

Hay otros universos alrededor nuestro. Contenidos, significados, códigos diversos. Sobre todo, vidas intensamente reales. Espejos donde nos vemos tal cual. Imaginaciones, sueños, broncas, esperanzas, crónicas y memorias...

Recent Posts

¿Ver pornografía afecta mi relación amorosa?

¿Ver pornografía afecta mi relación amorosa? Contestamos esta pregunta a la luz de la Palabra…

2 días ago

Los cambios de planes pueden salvarnos

Podemos sentirnos frustrados y molestos cuando las cosas no resultan como queríamos, pero un cambio…

2 días ago

Felicidad real y duradera

A veces creemos que la felicidad está en vivir el momento, pero el gozo real…

3 días ago

Dones compartidos

Siendo que nuestros dones nos los dio, debemos usarlos para servirle, para servir a nuestro…

4 días ago

Los 5 errores más comunes al crear contenido cristiano

Conoce en este artículo los 5 errores más comunes al crear contenido cristiano de la…

5 días ago

Renuncia para ganar

Que el enojo no sea quien controle nuestro actuar, sino que sea el dominio propio…

5 días ago