En CVCLAVOZ cumplimos 20 años

Cuando Christian Vision empezó este proyecto la meta siempre fue presentar el mensaje de salvación de Jesús a través del medio que podía romper las barreras de la distancia: la radio. A partir del 1998, cuando oficialmente se inauguró Voz Cristiana, cada logro que se obtenía llegaba de la mano con nuevos desafíos y retos que debíamos enfrentar. Uno de ellos fue la revolución tecnológica que causó internet. Para muchos, la llegada de la radio online representaba el final de las emisoras en AM y FM; sin embargo, el tiempo comprobó que la radio no se extingue, solo se renueva.

Esto nos inspiró a cambiar el nombre a CVCLAVOZ y a utilizar nuevas plataformas para transmitir nuestro contenido. Es así como comenzamos a trabajar en una página web dinámica que no solo sirviera de plataforma para los programas radiales, sino que también ofreciera contenido extra para nuestra audiencia. Los años pasaron y lanzamos una aplicación gratuita para celulares, en la cual cada usuario tiene diversas opciones que le conectan con los distintos tipos de información que necesita. En la actualidad, producimos contenido para los programas radiales, la página web, los devocionales gratuitos, podcasts, videos, entrevistas exclusivas, campañas sociales y nos hemos convertido en una radio que se ve.

Este 2018 cumplimos 20 años de constante renovación y cambio. Dos décadas en las que hemos dado lo mejor de nosotros mismos para cumplir con el propósito de alcanzar a más y más personas con el mensaje de salvación de Jesús. Hemos tenido falencias, pero hemos aprendido de esos errores y ahora nos encaminamos con esperanza hacia el futuro. Nuestra mirada está fija en nuestra meta y confiamos plenamente en que Dios nos ayudará a seguir haciendo su obra. Así como Él actúa cada día en los miembros de nuestro equipo, en sus vidas personales y en el ejercicio de sus carreras, queremos que nuestra audiencia conozca a Jesús de manera personal y lo experimente en sus vidas. Esto significa que estos 20 años de labor son solo el principio de lo que Dios tiene preparado para hacer con nosotros.