En lugar de que el tiempo de confinamiento en casa sea de unidad familiar, para muchos es causa de peleas. Incluso en ciertos países las parejas están considerando el divorcio en esta época.
La abogada Suzanne Kimberly Bracker afirma: ≪La gente se está dando cuenta de que no se soportan entre sí≫, y que por eso quieren separarse. Además, como algunos perdieron sus empleos, el estrés financiero causa conflictos en sus hogares. A todo esto se le suma el hecho de que los padres están pasando más tiempo con sus hijos, lo cual no es lo usual, y esto genera más tensión familiar.
Pero toda situación puede representar una oportunidad de crecimiento, si se la ve de esa forma. Si todos ponen de su parte, se puede prevenir las peleas y discusiones. Estos son algunos consejos para prevenir las peleas en el hogar:
Si la conversación toma otro rumbo y comienza la pelea, toma un descanso de 20 minutos. Un estudio realizado por John Gottman reveló que esta pausa hace que las frecuencias cardíacas se normalicen. Esto ayuda a que la próxima vez que retomen el diálogo, ambos estén más calmados y vean la situación de forma objetiva.
Antes de reaccionar mal por algún suceso, haz una pausa para identificar tus emociones. Hacerlo te ayudará a descubrir qué es lo que realmente sientes y si tus acciones son las adecuadas. No tengas miedo de admitir que sientes temor, culpa, vergüenza, preocupación, etc. Las personas que viven contigo no sabrán cómo te sientes a menos que lo digas; por ello es primordial que tú primero sepas qué emoción sientes.
Es fácil desquitarse con los demás. Si sientes frustración por la situación económica o cualquier otro problema, es probable que estés propenso a estallar. Es así como buscarás cualquier pretexto para culpar al resto y causar peleas.
En lugar de actuar de esa manera, acepta tus emociones. Tendrás más éxito si compartes con los demás cómo te sientes que si gritas o te enojas.
Estar desocupado propicia que nos fijemos en todo lo que está mal. Por eso, la mejor alternativa es hacer algo. Puede ser organizar tus cosas, hacer limpieza, aprender un nuevo pasatiempo, reparar algo, jugar juegos de mesa, etc. Cualquier actividad que te mantenga ocupado te servirá para mejorar tu salud mental. Además que incluso puede ser algo que promueva la unión familiar.
No dejes que los malosentendidos queden sin resolver. Ahora que tienen tiempo para conversar, siéntense en familia y hablen sobre temas serios. Quizá haya algún hecho del pasado que no se arregló y causó heridas. Hablen sobre lo sucedido, no para acusar o justificarse, sino para aceptar el hecho, pedir perdón y perdonar.
¿Quién saca la basura? ¿Quién atiende a la puerta cuando llega un visitante? ¿Quién lava el auto?
A menudo, cuando alguien hace el mismo rol, se convierte en rutina y ya nadie aprecia lo que hace. Por esa razón muchos se olvidan de agradecer y eso causa peleas porque la persona no se siente valorada. Para prevenir conflictos futuros, valora lo que hace cada miembro de tu familia, por más pequeña que sea la tarea. Tener un vínculo familiar fuerte será la clave para que enfrenten todo tipo de circunstancias.
Como seres humanos tenemos una predilección por las predicciones. Predecimos qué dirá una persona, creemos que sabemos cómo se siente o el porqué de sus acciones. Y aunque esto puede ser bueno, la mayoría de veces es negativo porque nos lleva a prejuiciar. Creemos que lo sabemos todo y por eso podemos lastimar los sentimientos de los demás.
En lugar de prejuiciar, conversa y haz preguntas. Puede que tengas la razón en ciertos puntos, pero no siempre será así. No asumas hasta que sepas la verdad. Verás que muchas peleas pueden prevenirse cuando los implicados se comunican honestamente.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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