“Ustedes saben muy bien que si se entregan como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a quien obedecen. Y esto es así, tanto si obedecen al pecado, lo cual lleva a la muerte, como si obedecen a Dios para vivir en la justicia.” Romanos 6:16 (DHH).

Cada ser humano tiene la opción de decidir a quién obedecer, al pecado o a Dios; sin embargo, debemos tener presente que nos convertimos en esclavos de quien obedecemos.

Consideremos que el único resultado que provee el pecado es la muerte eterna, pero la obediencia a Dios no solo otorga justicia sino también muchas bendiciones (Deuteronomio 28: 1-14).

“Además, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber obedecido al Señor tu Dios.” Deuteronomio 28:2 (DHH).

Por Cesia Serna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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