“He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu” Eclesiastés 4:4 (RVR 1960).

Uno de los mandamientos de Dios, dice: “No codiciarás ninguna cosa de tu prójimo”. El querer tener algo del otro, lleva automáticamente a dejar de contentarse con lo que uno tiene. Él sabe el momento que nos dará aquello que le hemos pedido, pero primeramente tenemos que aprender a gozarnos sinceramente cuando nuestro prójimo es bendecido. Al mismo tiempo debemos aprender a tener contentamiento y ser agradecido con todo lo que Dios nos da.

Por Neyda Cruz

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario