“¡Qué imprudente es el que anda con la mujer ajena! ¡El que lo hace se destruye a sí mismo! Tendrá que afrontar golpes y ofensas,  y no habrá nada que borre su deshonra”. Proverbios 6:32-33  (DHH)

A veces es difícil distinguir entre una verdadera amistad y una relación que de a poco se va haciendo más íntima, incluyendo intenciones sexuales. Todo comienza cuando una persona casada, abre su corazón con otras personas que no son su cónyuge, comparte sus sentimientos, frustraciones y anhelos, por lo cual, estas conversaciones se vuelven cada vez más íntimas. No coquetees con el pecado, esto pudiera traer consecuencias muy lamentables no solo para tu vida, sino para aquellos a quien tanto amas.

Por lo tanto, huye de la tentación, comienza a poner límites a tus conversaciones, no confíes en tus propias fuerzas, simplemente corta de raíz todo lo que pudiera ser el germen de un doloroso pecado.

Por Danitza Luna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario