“Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.”  Marcos 10:49-50

Todo creyente viene a los pies del maestro a pedir un milagro porque necesita darle solución a una situación que lo aflige. Muchas veces solo nos limitamos  a pedir y esperar la respuesta a la petición, Bartimeo no solo se limitó a pedir, Jesús lo mandó a llamar y él se armó de valor sin importar su situación, se deshizo de todo aquello que le iba a impedir correr a la presencia del Señor para recibir lo que anhelaba.  Si es que necesitas un milagro, ten confianza y quita de tu vida todo aquello que te impide acercarte a la presencia de Dios para que puedas recibirlo. Obedece a su llamado, no te quedes en el mismo lugar. Por Miguel Ángel Veizaga

 
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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