“Contra ti y sólo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos. Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices y que tu juicio contra mi es justo” Salmos 51:4 (NTV).

El pecado trae consecuencias muy dolorosas, una de ellas es la pérdida del gozo por el gran dolor que experimentamos por haberle fallado a Dios. Si permitimos que esa tristeza permanezca por mucho tiempo, esto nos impedirá vivir con gozo.

Debemos recordar que cuando confesamos nuestros pecados, recibimos el perdón de Dios y por lo tanto, somos libres de esa culpa que va consumiendo interiormente nuestro ser. En el libro de primera de Juan 1:9 (RVR), nos dice que: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

Dios nos ama tanto que además de perdonarnos nos limpia el corazón por el daño que hizo este mal.

Por Neyda Cruz

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario