“La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual;  que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios”

1 Tesalonicenses 4:3-5 (NVI)

Si el deseo de Dios para nuestras vidas es que nos mantengamos puros, ¿por qué tendemos a abrirle puertas de oportunidades a satanás? Nuestro enemigo sabe cuáles son nuestras debilidades y sin duda alguna, hará todo lo imposible para vernos caer en tentación, por ello, nuestras constantes luchas tienen que ver con el dominio que ejercemos sobre nuestros pensamientos y actos.

1 Corintios 10:12 (RVR1960) Menciona: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” Si estás en una relación de noviazgo y en ocasiones has estado en situaciones que te llevan a pecar, detente, recuerda el propósito del mismo y dale el control de tu relación a Dios para que puedas demostrarle a tu pareja a través de detalles pequeños lo mucho que le amas, porque es él o ella quien Dios quiso que lo conocieras y con quien en algún momento compartirás tu vida de matrimonio. No echemos perder el plan de Dios por un momento de placer.


Por Ruth Mamani



El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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