“El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad.  En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra…”.  1 Juan 2:4-5 (NVI).

Quizá alguna vez te has preguntado: ¿cómo conocer a un Dios que no veo, si conviviendo con alguien me cuesta? Sabemos que por naturaleza necesitamos ver para creer, pero increíblemente Dios en su palabra nos pide todo lo contrario, cuán difícil es esto ¿verdad? Si deseas conocer los pensamientos de Dios, su voluntad, los deberes y beneficios que te corresponden por ser su hijo, debes dedicarle tiempo a estudiar su Palabra, pero no solamente leerla sino también ponerla en práctica, obedeciendo los principios que encontramos en ella. No llegaremos a crecer en nuestra amistad con Dios si no dedicamos tiempo a leer su palabra para luego aplicarla ¿Te das cuenta qué tan importante es leer la Biblia? No debemos engañarnos al pensar que el sólo hecho de asistir a la iglesia o hacer buenas obras nos aportan conocimiento sobre nuestro creador, ¿te has puesto a pensar cuánto tiempo inviertes en leer su palabra?, ¿cuándo fue la última vez que pasaste tiempo con Él? Si reconoces que has tenido dificultades apartando tiempo para relacionarte con Dios, pídele perdón por no buscarlo de la manera que debieras y comienza hoy a tomar un compromiso más serio que te conduzca a un conocimiento más profundo de tu amado Padre.

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario