“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.” Salmos 40:1 (RVR)

La oración es el arma más poderosa del cristiano contra satanás. Revisando la Biblia podemos encontrar cómo muchos hombres y mujeres oraron a Dios y Él les respondió. Sin embargo, muchas veces no sucede lo mismo y nos preguntamos: ¿En realidad Dios me escucha? ¿Por qué Dios no me ha respondido aún? Pero ante ello, es necesario recordar lo que nos enseña el salmista: que debemos esperar pacientemente la respuesta de Dios. La Real Academia Española define la paciencia como la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. ¿Será posible esto? ¿Por qué no lo intentas? El salmo termina diciendo: “Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.” Si hoy estás  a punto de rendirte  porque aún no has visto la respuesta de Dios en tu vida, te animo a que imites la actitud de David, él supo esperar con paciencia la respuesta de Dios y El escuchó su clamor.

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario