“Una sola persona puede ser vencida, pero dos ya pueden defenderse; y si tres unen sus fuerzas, ya no es fácil derrotarlas.”

Eclesiastés 4:12 (TLA)

Cuando uno decide unir su vida en matrimonio, llega al altar con muchas ilusiones y con el deseo de formar un hogar feliz. Pero este hermoso anhelo pudiera comenzar a desvanecerse con el correr del tiempo y ante la aparición de conflictos, especialmente si estos no se solucionan de una manera adecuada.

Es importante tener en cuenta, que no existe matrimonio perfecto, simplemente porque ningún ser humano lo es. Pero si ambos cónyuges cultivan una verdadera relación con Jesús, estarán lo suficientemente fortalecidos para superar cualquier dificultad que se levante entre ellos. El matrimonio puede triunfar si se esfuerzan para mejorarlo y no se dejan llevar por las filosofías del mundo que van en contra de Dios y del matrimonio.


Por Neyda Cruz



El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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