Camino al café donde suelo desayunar paso por una tienda de artículos de decoración para la casa. Un pequeño cuadrito de madera con la palabra “Amor” en colores y dispuesta en relieve se destaca entre varias piezas. Se me ocurrió que podría sugerir aquí algunas ideas marginales sobre este tema tan principal, un asunto clave en el imaginario humano y que supone una diversidad enorme de significados y de actitudes.

El significado mas común que se le da al amor es el romántico. Se lo relaciona con enamoramiento, compromiso, atracción, sexo, compañía, comunión, intimidad, pasión, deseo, necesidad, usted nómbrelo. Muchas personas sostienen que este amor es irresistible cuando te toca con su varita de virtud; “al corazón nadie lo manda”, te dicen.

Discrepo de esta afirmación arbitraria. La flecha del amor, el amor a primera vista, caer en las redes del amor son frases que quedan bien en los poemas pero no tienen sustento real. Uno decide que el corazón sea flechado; uno decide enamorarse a primera vista, uno decide caer en sus redes. Una vez que uno decide, por supuesto que los sentimientos se hacen cargo y desatan los acontecimiento que siguen.

Creo que respecto del amor romántico uno puede tener la postura del Universo en el poema de Crane: ¿El amor existe? “Mira tú que bien, pero eso no crea en mí un sentido de obligación.” Se puede perfectamente pasar por fuera de sus dominios. Me refiero a este amor, no al otro – el que no tiene que ver con la felicidad personal.

Hay mucha controversia sobre si el corazón genera sentimientos o si nada más responde a los estímulos del cerebro. Como sea, lo relativo a los sentimientos románticos tiene que ver con reacciones químicas que limitan o cancelan el pensamiento crítico, aunque suene muy científico; es más lindo construir sobre el amor imágenes y palabras bellas que eleven el espíritu.

En toda forma de amor romántico hay una definida cuota de egoísmo, a veces más fuerte de lo debido. Llamamos amor a algo que en último término siempre nos complace; por eso se dicen cosas como te necesito, no puedo vivir sin ti, me haces falta, te quiero, porque ese amor nos hace bien a nosotros.

Bastante simple después de todo…

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