Creo que sería valioso allegar algunas otras consideraciones en torno al artículo anterior “No me preguntes” y a la conversación sobre el tema que mantuvimos Angel y yo en Más Vale Tarde en CVCLAVOZ. Hubo un interesante aporte de ideas de la audiencia que resumiré:

No conviene generalizar: hay muchas iglesias que sí entregan un sólido apoyo educativo a sus miembros; por diversas razones hay algunas personas que no quieren aprender o no toman con seriedad lo que reciben.
En respuesta, alguien mencionó que al mismo tiempo no debería generalizarse y decir que todas las iglesias entregan un sólido fundamento educativo; hay muchos lugares donde eso no ocurre.
También se mencionó que algunas personas, teniendo un buen fundamento educativo en su iglesia, igual buscan ampliar su perspectiva y por ello envían preguntas a los medios cristianos. También se dijo que para otros era más cómodo hacer ciertas preguntas que no desearían sean conocidas directamente por sus líderes o maestros.

La naturaleza de la iglesia obliga a dispensar a sus miembros una adecuada y consistente educación cristiana. Apacentad la grey de Dios no es una blanda recomendación: es un mandato ineludible. Por ello, sería interesante que los maestros y educadores cristianos se preguntaran por qué tanta gente de sus comunidades pregunta cuestiones tan básicas en los medios cristianos.
Por otra parte, nos sigue preocupando que la temática de las preguntas y consultas siga siendo tan autoreferente: mi familia, mi vida cristiana, mi futuro, mi dinero, mis relaciones personales.
¿No hay interés en explorar cuestiones que vayan más allá de los rudimentos como reclama alguien en Hebreos 5:11 y siguientes versículos? ¿No tienen los cristianos inquietudes y preguntas respecto de la crisis económica, la corrupción, la violencia, el abuso y trata de personas, cultura, educación, crisis social, relaciones internacionales, cambio climático, nuevos perfiles de familia, la legislatura, la justicia, las relaciones entre empleados y patrones, el impacto de las nuevas tecnologías de información en la captura y gestión del conocimiento o sobre el arte? ¿No nos interesa nada el mundo que nos rodea? ¿No nos preocupa el comprender lo que pasa desde una perspectiva cristiana y aportar ideas nuevas y estimulantes a la sociedad en donde vivimos?
¿O es que seguimos creyendo – erróneamente por cierto – que nuestros asuntos son lo más importante y que las cosas que llamamos mundanas deben atenderlas otros porque nosotros no somos de este mundo?

Me pregunto.

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