Suele hablar antes de tiempo. Te previene de las consecuencias de una acción contemplada. Te urge a tomar un camino distinto al que estás considerando. Advierte con sutileza o bien con desmedida intensidad los alcances de la decisión tomada. Puedes hacerle caso y optar por otro curso de acción. Puedes negociar con ella, hacerle ver que quizá no está tomando en cuenta algunos aspectos del asunto. O simplemente la ignoras porque es inoportuna y quieres hacer la cosa sin medir consecuencias, sin contemplaciones.

En ocasiones se aparece en medio de los acontecimientos. “Yo sabía” o “Yo te dije”, dice la voz. Otras veces no dice nada pero es peor porque te grita en la mente. En algunas ocasiones se porta solidaria y te sugiere cursos de acción alternativos en medio de la refriega a fin de que los daños directos y los colaterales no sean tan graves. ¿Alguna vez te felicita por tu decisión? Raras veces, pero pasa.

Entonces, también se escucha después de los acontecimientos. Se presenta con un resumen de las consecuencias inmediatas y las posteriores; a veces lo hace para ayudarte en la reorganización de las cosas o simplemente para machacarte tu estupidez. Es refrescante cuando en lugar de todo eso te dice algo como: “Bueno, otra vez será” o “Y… pudo haber sido peor.”

Se suele pensar que las personas que actúan con inusitada maldad ya no tienen esa voz interior. No es así. Lo que sucede es que no le prestan más atención. No atienden a su reclamo, pero suena fuerte y claro en lo más profundo de sus conciencias y por ello son igualmente responsables de sus iniquidades.

Por cierto, lo de la voz es algo imaginario. No hay tal sonido dentro de uno. Es la acumulación de juicios, prejuicios, nociones y otras cosas aprendidas a través del tiempo y que habilitan, bien o mal, para calificar las acciones. Es uno mismo el que se mira a través del cristal del propio conocimiento. Es uno mismo el que se habla a la hora de tomar las decisiones. La voz interior no es otra cosa que el espejo donde se mira la verdad de las cosas tal como éstas son.

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