Es increíble la cantidad de personas que antes de decir “no sé,” o “no lo conozco” prefieren lanzarse a la aventura de inventar respuestas sin sentido a preguntas que en este caso no tenían pies, ni cabeza.

El caso que vi, fue de un show estelar en los Estados Unidos que mandó a parte de su equipo a hacer preguntas incoherentes a transeúntes en la calle durante la semana de la moda en Nueva York.

El equipo se inventó nombres falsos de diseñadores para ver la reacción y las respuestas de las personas que asistieron al evento.

El resultado me dejó infartada, a pesar de que vi el video varias veces aún no salgo de mi asombro al escuchar las respuestas de los “aficionados a la moda” y de ver la seguridad que mostraban al responder.

Todos los entrevistados respondieron que sí conocían el diseñador ficticio, afirmaron que vieron el desfile y la colección de trajes completa y hasta los catálogaban como sus favoritos. Te repito, los nombres de los diseñadores de la pregunta no eran verdaderos.

El video continuaba de shock en shock, uno de los entrevistados mencionó que escribe reseñas de moda para un periódico en Europa y al momento en que le pidieron dar su opinión sobre un par de diseñadores ficticios, el hombre habló con lujos y detalles de la supuesta colección del inexistente diseñador y las incoherencias no pararon, todavia hay más.

El equipo de entrevistas también se las ingenió para llevar un vestido al que llamaron “el vestido sin cabeza” un trapo rojo y blanco que supuestamente era un vestido que había sido modelado durante la semana de la moda de Nueva York y le preguntaron a más jóvenes si habían visto antes el vestido, si lo usarían y si pagarían 3000 dólares por ese vestido. Todos respondieron que sí habían visto el vestido, que era muy popular en Instagram y que sí pagarían el alto precio de 3000 dólares por tenerlo.

¿Por qué todos estos jóvenes respondieron sí?, ¿Por qué inventaron cuentos y detalles de algo falso?, ¿No es más fácil decir “no sé,” “no lo conozco”?

No se gana nada tratando de figurar al decir que sí sabemos hacer algo o diciendo sí conocemos a fulano o fulana, en cambio, se gana el doble siendo humilde y aceptando nuestra ignorancia en algún aspecto y dejándonos enseñar por otros.

Es más se gana el triple, porque también nos ahorramos el bochorno de ser burlados en televisión por responder sin saber. O perder la credibilidad de nuestra palabra.

 

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