Descendió de Judea un profeta llamado Agabo, y tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.Al oír esto, le rogaron que no subiese a Jerusalén. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, más aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. Hechos 21:10-13

Pablo debía volver a Jerusalén a pesar de que le esperaban dificultades, porque daría testimonio del poder de la resurrección de Jesucristo. No cambiaría su tarea por miedo a lo que podrían hacerle.

Su disposición no fue al calor de sus emociones o por capricho sino que era una genuina pasión por Dios, tanto así que consideró el morir por esta causa, ya que  había tenido un encuentro sobrenatural con Jesús y vivía para Él.

Disponer es una acción de entrega, un compromiso férreo de hacer una cosa que mueve nuestra vida. “Estoy dispuesto no solo a ser atado, más aún a morir” es la afirmación de alguien que vive apasionado por lo que hace y por quien cree.

Y tú ¿qué estás dispuesto a hacer? Acaso podrías decir estoy dispuesto a: ser fiel a Dios más que a mis propias ideologías, sacrificar mis deseos para ser obediente a Dios, terminar con el adulterio y amar a mi cónyuge, cortar radicalmente con la pornografía, morir antes de negar mi fe en Dios, dejar todo rencor y perdonar para tener libertad, prepararme, amar a mi familia y respetarla a pesar de las malas circunstancias, esperar al matrimonio y guardarme para mi futuro cónyuge, vivir en integridad para inspirar a otros hacerlo y tantos ejemplos más que pueden transmitir tu pasión por Dios.

¿Qué puedes hacer para demostrar tu amor a quién dio su vida para salvarte de la muerte eterna y darte como regalo la vida eterna?

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario