¿Alguien te comparó con un fósforo? Este apodo generalmente se da a personas que encienden rápidamente su furia, es decir, se enojan de inmediato y reaccionan muchas veces de forma inapropiada.

Con respecto a este tema, siempre recuerdo la historia de un joven que se enfadó con su mejor amigo y dejó de verlo por bastante tiempo, cuando se enteró que él estaba a punto de morir por una enfermedad, decidió buscarlo; entonces con alegría recordaron viejos tiempos y también se dieron cuenta que se habían enojado por algo insignificante, lastimosamente perdieron mucho tiempo por su orgullo.

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” Santiago 1:19 (RVR1960)

Si eres de las personas que se caracteriza por enfurecerse rápidamente, debes considerar que el Señor no desea que seas un fosforito. Un hombre sabio es aquel que obedece las escrituras, por tanto, es alguien que escucha rápido, pero es lento para hablar o enojarse.

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.” Efesios 4:26-27

Por otro lado, el Señor nos conoce y sabe que tendemos a enojarnos, sin embargo, en este versículo nos dice: “puedes enojarte, pero NO peques” al guardar rencor hacia alguien, ofender, lastimar, simplemente damos lugar al diablo y nos dañamos.

Por esta razón, te animo a controlar tu carácter, decide gobernar la irá, orgullo o rencor, para que cada día te asemejes más a Cristo.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario