Las oraciones que elevamos a Dios no caen a saco roto, todas son respondidas, sólo que son manifestadas en Su tiempo y según Su propósito divino.

Pero debemos considerar que nuestra fe no debe depender de lo que recibimos o no, pues el objetivo de nuestra intercesión nos es sólo recibir sino afirmar nuestro amor y fidelidad a Dios.

Lo más probable es que los planes que Dios sean diferentes a lo que nosotros creemos ya que es un ser Superior y Perfecto. Por ello no te desanimes cuando parece que jamás sucederá lo que anhelas. ¡Dios obra en silencio!

¿Sabías qué George Müller (predicador y misionero inglés) oró durante 52 años por la salvación de uno de sus amigos? No pudo ver una respuesta a su oración en la tierra, porque Dios lo llamó al cielo, pero pocos meses después de su muerte, el amigo de Müller aceptó a Cristo.
Pon en oración aquello que anhela tu corazón y confía que lo que pasará está bajo el control de Dios.

“y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Jeremías 29:13 (RVR1960)

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario