Un hombre ciego llamado Bartimeo, estaba sentado a las afueras de la ciudad de Jericó, se enteró de los milagros de Jesús y cuando oyó que pasaba cerca de donde estaba comenzó a gritar: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y los que estaban cerca lo trataban de callar pero siguió insistiendo hasta que Jesús lo oyó y lo sanó. (Marcos 10: 46-52)

¿Qué hubiese sucedido si Bartimeo callaba?

Probablemente Jesús y él jamás hubieran tenido ese encuentro que le cambio la vida por completo, este hombre ciego consciente de su necesidad insistió, persistió y logró “¡Cállate!», muchos le gritaban, pero él gritó aún más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!” Marcos 10:48 (NTV)

Dos acciones (insistir- persistir) tuvieron un resultado satisfactorio. Insistir es repetir  varias veces algo que se dice o se hace, para conseguir algo que se desea y persistir es mantenerse firme y constante en una manera de ser o de obrar.

¿Cuántos de tus planes y anhelos han sido alcanzados?

Todos tienen sueños o propósitos para cada año y en un principio se esfuerzan y trabajan para lograrlos pero con el pasar del tiempo muchos desisten de alcanzarlos solamente porque no han visto un resultado inmediato.

El tiempo y la impaciencia son las principales razones para que muchos abandonen sus sueños, pero rendirse no es la actitud que un hijo de Dios debe tener, todo lo contrario, es en esos momentos cuando más paciencia debemos tener “pero si deseamos algo que todavía no tenemos, debemos esperar con paciencia y confianza” Romanos 8:25 (NTV).

¿Cuántos sueños y anhelos has olvidado y enterrado?

Si te sientes desanimado y estás apunto de rendirte porque tu petición no ha tenido una respuesta inmediata, te animo a insistir y persistir;  verás la respuesta de Dios, no en el tiempo que tu consideres que es bueno sino en Su tiempo perfecto.

No dejes que el tiempo, la impaciencia, lo difícil o complicado, etc. te callen, Dios oirá tu clamor y te dará una respuesta “Con paciencia esperé que el SEÑOR me ayudara, y él se fijó en mí y oyó mi clamor” Salmo 40:1  (NTV).

Por Judith Quisbert

 

 El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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