Muchas veces se habla de ¿qué es el perdón? y cuando alguien te lastima, te engaña o trata mal a alguno de los tuyos, llenas tu vida de rencor, sin  pensar en las consecuencias.

La gente siempre dice “no siento perdonarlo(a)”, cuando en realidad el perdón no es un sentimiento, no es algo que debe venir por emoción, sino por obediencia. Dios no habla de perdonar cuando uno sienta hacerlo, sino que debe hacerlo, como un acto de voluntad y obediencia. Mateo 6:24 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial”.

Mientras no perdones, seguirás dándole a la persona que te dañó el poder y la libertad para seguir lastimándote, aún después de lo sucedido. Cuando no  perdonas, la ofensa no solo se alberga en tu mente sino también en tu corazón y eso termina lastimándote aún más.

Para el hombre es inevitable no recordar, no es como Dios que olvida nuestros pecados. Cuando decides perdonar, los recuerdos ya no duelen, no existe nada que te lastime. No solo liberas a la otra persona de tu mente y de tu vida, sino que tú también te liberas para no seguir sufriendo por la amargura o el rencor.

Recuerda que en ésta vida siempre seremos lastimados, pero tenemos que aprender a perdonar si queremos madurar. Que sean parte de tu vida, tan solo las vivencias y borrados los rencores y el dolor que sentiste.

“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.” Marcos 11:25

Obedece a tu padre y perdona. Hazlo también por ti…

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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