“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,  y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4:22-24

En Efesios 4 Pablo hace mención de tres importantísimos verbos: despojaos, renovaos y vestíos. Es hacer lo que normalmente hacemos después quedar completamente sucios en cualquier actividad; nos damos una refrescante ducha; nos quitarnos las ropas sucias, dejamos que el agua nos moje y con la ayuda de un jabón limpiamos nuestro cuerpo para luego vestirnos con ropa limpia y fresca. Así quedamos como nuevos, por así decirlo.

Con la vida nueva que empezamos en Cristo debemos dejar de andar como antes solíamos hacerlo, malos hábitos, actitudes incorrectas, en sí todo pecado; pues si mantenemos y toleramos ciertas actitudes no podremos avanzar hacia la madurez espiritual y sus beneficios eternos.

Renovar la manera de pensar en el Espíritu nos permite tener un cambio profundo que nos ayuda a hacer lo que antes no podíamos: obedecer y temer a Dios. Nos transforma como lo afirma 2 Timoteo 3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Si las Escrituras nos mandan a hacer algo, es porque es posible hacerlo/realizarlo/ejecutarlo, no estamos solos en esta tarea, aunque debemos poner todo de nuestra parte, Dios es quien tiene el control de nuestra vida y no dejará su obra incompleta en nosotros.

Nuestro nuevo yo depende de una renuncia continua al mundo y sus deseos y una renovación constante hacia el pensamiento de Dios y sus caminos.

¡El Señor te ayudará bajo su cobertura siempre estarás seguro!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario