A veces enfrentamos tiempos complicados en los que nuestros esfuerzos parecieran en vano porque no logramos ver el resultado de nuestro trabajo. Es posible que nos encontremos en el lugar de aquellos hombres que van a trabajar toda la noche para generar recursos y alimentar a su familia, pero no consiguen nada hasta que Jesús se encuentra con ellos.


La Biblia relata un hecho bastante interesante con unos pescadores:


“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte más profunda y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes. Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían; entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.” Lucas 5:4-7 (LBLA)


¿Estás enfrentando una situación parecida? Las dificultades pueden ser a veces tan abrumadoras que no nos permiten enfocarnos más que en los problemas y lo mal que nos está yendo, olvidando que con Cristo siempre hay una salida.


Si estás enfrentado una situación difícil, te animo a detenerte y reflexionar si estás dando al Señor el lugar que le corresponde en tu vida. No importan cuán difícil o grande sea el problema, recuerda que Dios siempre debe estar primero; si creemos lo demás vendrá por añadidura.


¿Estás luchando solo? Acércate al Señor que Él puede cambiar tu lamento en baile y hacer un milagro en tu vida.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario