María había ganado unas vacaciones completamente pagadas a Hawái, estaba muy entusiasmada, pero esperó a último momento para empacar. Cuando llegó el día del viaje, estaba a punto de abordar el avión y se dio cuenta que había olvidado su pasaporte. Aunque se desesperó y rogó que le permitieran el acceso, se lo impidieron: el avión no la esperó y perdió el gran premio que había ganado.

¿Cuántas veces perdemos cosas valiosas por no estar preparados?

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.

Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Más las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.

Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” Mateo 25:1-13 (RV 1960)

El Reino de Dios es un regalo para los que deciden creer en Jesús. La Biblia nos dice que podemos perder el reino de Dios si no estamos preparados para recibirlo. Las cinco mujeres que estaban listas entraron a las bodas y disfrutaron del gran festejo que se tendría por la llegada del esposo; sin embargo, las otras cinco se quedaron afuera porque a último momento quisieron prepararse.

Si en este momento viniera Cristo ¿estarías listo para irte con Él? ¿Crees que tienes toda tu vida en orden y nada de que arrepentirte? Un día Él vendrá y nadie sabe el día, ni la hora, pero te animo a esperarlo preparado. No pierdas un gran regalo por tu imprudencia. En este momento pide perdón por tus pecados y ruega por la salvación de tu vida.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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