“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.” Deuteronomio 8:11-14

A veces creemos que asistiendo a la iglesia una vez a la semana, sirviendo en cierta área o actividad, tenemos a Dios muy presente. Pero, ¿Realmente tomo en cuenta a Dios en todo lo que hago?  No se necesita dejar de ir a la Iglesia, dejar de servir o hacer otra actividad para olvidarnos de Dios, ya que muchas veces puedes estar haciendo muchas cosas “para Dios”, pero simplemente te has olvidado de Él.

A veces el trabajo, los afanes por conseguir más riquezas, títulos, los problemas que atravesamos y las ansias por tenerlo todo, hacen que nos olvidemos de Dios. Llegamos tan cansados al servicio que nos olvidamos pasar tiempos con Él antes de ministrar, estamos tan preocupados que en vez de escuchar palabra de Dios escuchamos nuestros pensamientos.

¿Cuándo fue la última vez que a conciencia apartaste un buen tiempo para estar a solas con Dios?, ¿Hace cuánto tiempo no vas a tu habitación, cierras la puerta, comienzas a adorarlo y empiezas a hablar con Él, hasta sentir su presencia?

Muchas veces, sin darnos cuenta, vamos por la vida creyendo que estamos cerca de Dios cuando sin querer vamos siguiéndolo de lejos, Él no quiere que hagas nada en su obra si en primer lugar no te ocupas de buscarlo y estar a cuentas.

“Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.” Mateo 6:33 (NTV)

¿De qué te sirve ser el mejor en lo que haces si te olvidas de Dios?, ¿De qué sirve tanto talento si primero no se lo dedicas a Él? No se cómo está tu relación con Dios, pero hoy necesitamos volver a Él.

El Señor nos dice este día: “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.” Deuteronomio 4:9

No te olvides de Dios y de las cosas que Él ha hecho por ti. Vuelve a tu primer amor, a tener esa comunicación e intimidad como siempre la tuviste, aparta tu tiempo a solas con Dios donde puedas hablarle y ser lleno de su presencia.

¡Búscalo cada día de tu vida!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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