Un pastor que realizaba visitas casa por casa, vio a través de la puerta de una humilde cocina a una sencilla mujer, muy atareada con el lavado de un cesto de ropa, pero cantando alegremente.

     -¿No hay nubes en su cielo, amiga? Preguntó

     – ¡Oh, sí; ya lo creo que las hay…! – Fue la respuesta que obtuvo – pero, si no las hubiese, señor, ¿de dónde bajarían las grandes lluvias de bendición?

No siempre son bienvenidas las nubes a nuestras vidas. Normalmente nos gusta que nuestro cielo esté despejado, que el sol esté brillando y todo esté en calma. Pero, ¿Qué sucede cuando llegan nubes oscuras?

Mucha gente se violenta con la situación, se deprime, dejan de confiar en Dios y tratan de espantar las nubes a su manera, sin darse cuenta que esos problemas que llegaron a nublar nuestras vidas pueden contener grandes bendiciones.

Las pruebas siempre llegarán con un propósito y depende de cada uno de nosotros el superarlas exitosamente o fracasar en el intento. Santiago, en el capítulo 1, versículos 2 y 3 dice: “Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. (NTV)

La mujer de la historia cantaba en medio de las pruebas porque sabía que sin importar cuán grandes y oscuras fueran las nubes, dentro de ellas había grandes bendiciones.

Puede ser que no sea nada agradable estar en medio de una tormenta y que prefiramos los tiempos de calma y días despejados, pero si todo fuera así de tranquilo no podríamos crecer y llegar a ser lo que Dios desea que seamos:

“Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada”. Santiago 1:4 (NTV)

Vamos, canta, aunque tu cielo esté completamente cubierto canta. No permitas que unas nubes te roben el gozo ni la paz que Dios deposita en nuestros corazones, ten la certeza de que esas nubes vienen cargadas de bendiciones.

Deja un comentario