Disfruto mucho de la música y en este último tiempo llegué a interesarme por el género musical mexicano (Mariachi) y me gusto más cuando oí por primera vez la canción de Alex Campos “Perdóname”; quiero compartir con ustedes la primera parte de esta hermosa canción:

Perdóname Dios mío te suplico

Sabiendo lo que hacía te falle

Mi rostro oculté de tu presencia

Hoy siento la vergüenza de mí ayer…

Considero que estás palabras, más que ser parte de una canción, son la oración sincera de una persona arrepentida. Lastimosamente a diario le fallamos a Dios, pero no todos toman la decisión correcta de regresar al Padre y muchos se pierden siguiendo sus deseos y anhelos, aun sabiendo que están equivocados.

Es triste ver cómo aquellas personas que han tenido el privilegio de aceptar a Dios en su corazón y conocer la verdad que da libertad, hoy se encuentran viviendo bajo sus reglas y principios, aun sabiendo que están dando pasos errados “Queridos amigos, si seguimos pecando a propósito después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ningún sacrificio que cubra esos pecados” Hebreos 10:26 (NTV).

La historia de Sansón refleja esta condición: “pecar sabiendo que se está pecando”, pues él sabía que había nacido con un propósito “Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; (…), y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos” Jueces 13: 5 (NTV) y no desconocía la prohibición que tenía de tomar una mujer para él que no fuera de su pueblo “Pero su padre y su madre se opusieron.—¿Acaso no hay una sola mujer de nuestra tribu o entre todas las israelitas con la que puedas casarte? (…) Sin embargo, Sansón le dijo a su padre: —¡Consíguemela! A mí me gusta ella” Jueces 14:3 (NTV).

Qué triste es ver cómo las personas que un día han experimentado la transformación que Dios hace, guiados por sus deseos y emociones viven bajo sus reglas, a pesar de estar transgrediendo las leyes de Dios. Diariamente sabemos de personas que tienen una relación sentimental con una persona no creyente, personas que viven en adulterio, etc. y son estas acciones las que lastiman el corazón de Dios.

Como seres humanos no estamos libres de fallar, pues nuestra naturaleza es pecadora y se inclina a hacer lo malo, pero dependerá de cada uno el hacer lo correcto y lo justo aún a pesar de ir contra nuestros propios deseos y anhelos.

Recuerda que Dios no quiere acusarte y condenarte por tus errores, Él quiere sanarte y perdonarte “Al oír esto, Jesús les contestó: ―No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos” Mateo 9:12 (NVI) vino por ti, porque no quiere que vivas sufriendo pero sólo tú puedes decidir volver si le fallaste.

¿Le fallaste a Dios?

Por Judith Quisbert

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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