Una máscara es una pieza, normalmente adornada, que oculta total o parcialmente la cara para disimular los rasgos de la misma; utilizada desde la antigüedad con propósitos ceremoniales y prácticos.

En la actualidad, y de forma consciente, muchos se ponen máscaras que no tienen nada que ver con ellos para tapar sus debilidades, se sienten a salvo y logran que los demás no se den cuenta de su problema.

La falsa autoestima es una de ellas,  la cual creamos a manera de protección para que no nos hagan daño y, sobre todo, para aparentar que no tenemos problemas de inseguridad. Esto llega a ser el producto de una sociedad que constantemente está avergonzándonos, mostrando nuestros errores y defectos, los cuales nos hacen sentir en la obligación de utilizar máscaras.

Jeremías era uno de ellos, tenía serios problemas con su autoestima, por mucho tiempo vivió con el temor a  ser rechazado y desaprobado por la gente. Cuando Dios lo llamó a su servicio, se sintió incapaz de lograrlo, entonces dijo: Yo soy un niño. Por lo visto tenía la máscara del “no puedo, soy un niño”. En ese momento, parafraseando Jeremías 1:5,  Dios le respondió: Jeremías sácate esa máscara porque antes que te formase, yo te conocí, la gente podrá decirte lo que desea, pero yo te escogí, te llamé, te levanté como profeta a las naciones y mi presencia ha estado siempre contigo.

Esa es una gran promesa, porque si la presencia de Dios va con nosotros podemos estar seguros que nada, ni nadie nos detendrá para cumplir su plan.

Nadie debe determinar quién eres, sólo Dios puede hacerlo, porque Él es el único que te conoce a la perfección.

A pesar de que Jeremías puso tantas limitaciones en su vida, tenía un corazón humilde y dispuesto a su servicio. Dios tuvo que corregir sus pensamientos negativos sobre sí mismo para que su plan sea cumplido a la perfección.

Permite hoy que Dios trate con tu vida y saque todas las máscaras que te pusiste para esconder el dolor, la inseguridad, etc. Deja que Dios tome control de tu vida, Él  te dirá quién eres en realidad. Recuerda  que nadie te podrá hacer frente porque todos los que peleen contra ti sin duda perderán.

 “Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.” Jeremías 1:19 (RVR).

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario