El pueblo de Israel se encontraba muy asustado por la información que les habían dado 10 de los 12 espías que recorrieron Canaán: “Fuimos a la tierra a la que nos enviaste. Realmente es una tierra donde la leche y la miel corren como el agua, y éstos son los frutos que produce. 28 Pero la gente que vive allí es fuerte, y las ciudades son muy grandes y fortificadas. Además de eso, vimos allá descendientes del gigante Anac.” Números 13:27-28 (DHH)

A pesar de que Caleb intentaba desmentir la exageración que hicieron, el pueblo se reveló y nuevamente protestaron contra Dios y sus líderes. Esto enfureció a Jehová y dijo a Moisés: ”…¿Hasta cuándo va a seguir menospreciándome este pueblo? ¿Hasta cuándo van a seguir dudando de mí, a pesar de los milagros que he hecho entre ellos?” Números 14:11 (DHH)

La duda deja de lado a la confianza y el reclamo evidencia la falta de fe. Los israelitas habían visto tantos milagros desde su salida de Egipto y aún así dudaban de la promesa de Dios.

Es cierto que todos estamos expuestos a la duda porque somos humanos que enfrentamos problemas, desesperación, escases y muchas otras cosas.

Sin embargo, enfrentar las malas situaciones confiando y creyendo que Dios está cuidando de nosotros nos ayuda a ser estables y a que no fluctúe nuestra fe.

Moisés y Aarón, no dudaron, buscaron a Dios antes que nada, y el Señor les respondió. Por eso aférrate a Dios y a su Palabra, no dudes que está contigo y que tienes su ayuda.

¡A pesar de las dificultades que tu fe no mengue!

“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. “Jeremías 17:7-8 (RVR1960)

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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