Una mujer salió frustrada de un hospital porque le dijeron que su enfermedad no tenía solución y solamente le quedaba tres meses de vida. Desde ese momento no pudo descansar tranquila y lo único que hacía era buscar una salida. Ese tiempo alguien la invitó a una iglesia, a la que asistió como su única esperanza y después de conocer a Cristo vivió veinte años más.

Lamentablemente muchos profesionales en la salud acaban fácilmente con la esperanza de las personas cuando utilizan palabras como: “no hay solución para ti”, “tu esposa posiblemente nunca podrá tener hijos”, “te queda poco tiempo de vida”, “la operación es de alto riesgo” Y es comprensible porque es parte de su ética profesional decir siempre la verdad.

Otro aspecto es que ellos son humanos, su trabajo es limitado y por tanto, no pueden prometer cosas que no van lograr. Así que si has recibido una noticia preocupante de parte de los doctores no te desanimes, existe alguien a quién puedes acudir, es Todopoderoso y tiene grandes promesas para ti.

Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.

Se rio, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?  ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?…” Génesis 18:10-14 (RVR 1960)

El Señor prometió a Abraham que tendría un hijo, pero él y su esposa estaban viejitos; además a Sara le había llegado la menopausia, por lo que médicamente hablando era imposible que esta mujer pudiera quedar embarazada.

Por esta razón ella dudó y se rio al escuchar nuevamente la promesa de Dios, pero el Señor le hace una pregunta bastante clara: ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?

Es posible que hayas recibido una terrible noticia o sucesos angustiantes han venido sobre ti o tu familia, pero quiero preguntarte ¿Habrá algo difícil para Dios? En esta oportunidad te animo a clamar por tu aflicción al Señor y depositar tu confianza en Él.

¡Con Dios tenemos una esperanza!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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