En la biblia encontramos varios ejemplos de hombres y mujeres que fueron obedientes y siguieron las instrucciones de Dios, tal y como Él se los ordenó. Uno de ellos fue Noé, quien honró a Dios en todo momento y lo agradó con su manera de vivir.

Además de haber sido un hombre justo, la única persona intachable que vivía en la tierra en ese tiempo y haber andado en íntima comunión con Dios, podemos resaltar otras características por las que halló gracia ante sus ojos:

Te preguntaste alguna vez ¿por qué a Dios le agrada tanto la obediencia? Porque es la demostración de que realmente lo amamos. Jesús dijo: “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos” Juan 14:15 (NVI)

Dios no espera que lleguemos a ser maduros espiritualmente para amarnos. Su amor es el mismo en cada una de las etapas de nuestro crecimiento; sabe que no somos perfectos y que pecamos constantemente, pero igual sigue amándonos.

Como dice Rick Warren: “Cuando vivimos a la luz de la eternidad, nuestro enfoque cambia. En lugar de cuestionarnos: “¿Cuánta satisfacción me ofrece la vida?, deberíamos preguntarnos: “¿Cuánta complacencia le doy a Dios con mi vida?”.

Dios está buscando personas como Noé, dispuestas a hacer su voluntad y honrarlo con nuestra manera de vivir. Te animo a que tú y yo seamos parte de ese grupo, solo necesitas tener una relación más estrecha y personal con Él, obedecerlo, esforzarte cada día por vivir en santidad e integridad y compartir su amor con todos los que te rodean; así alegrarás su corazón.

Dios mío, enséñame a cumplir tus mandamientos, pues obedecerlos me hace feliz; ¡los cumpliré toda mi vida! Aclara mi entendimiento, y los seguiré de todo corazón. Salmo 119:33 (TLA)

No permitas que nada obstaculice tu relación con Dios, menos la desobediencia y la incredulidad.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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