Y Gedeón le dijo a Dios: “Si de veras vas a usarme para rescatar a Israel como lo prometiste, demuéstramelo de la siguiente manera: Esta noche pondré una lana de oveja en el suelo del campo de trillar; si por la mañana la lana está mojada con el rocío, pero el suelo está seco, entonces sabré que me ayudarás a rescatar a Israel como lo prometiste”. Y eso fue exactamente lo que sucedió. Cuando Gedeón se levantó temprano a la mañana siguiente, exprimió la lana y sacó un tazón lleno de agua.

Luego Gedeón le dijo a Dios: “Por favor no te enojes conmigo, pero deja que te haga otra petición. Permíteme usar la lana para una prueba más. Esta vez, que la lana se quede seca, mientras que el suelo alrededor esté mojado con el rocío”. Así que esa noche, Dios hizo lo que Gedeón le pidió. A la mañana siguiente, la lana estaba seca, pero el suelo estaba cubierto de rocío.

¿Cuántos de nosotros hoy estamos igual que Gedeón, pidiéndole a Dios que nos de alguna señal para tomar una decisión importante en nuestra vida o para saber cuál es su voluntad respecto a alguna situación que estamos atravesando?

Él es tan bueno y misericordioso que te dará más de una señal para darte a conocer su voluntad y hacerte comprender que si lo obedeces siempre tendrás su respaldo y bendición. Por más que parezca algo imposible de alcanzar, con la ayuda de Dios lo obtendrás porque su Palabra dice: “Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos” Isaías 55:8-9

Dios usará circunstancias e incluso a personas para llevar a cabo sus propósitos en tu vida. Tú solo debes aprender a escucharlo y obedecerle, no te dejes llevar solo por tus emociones, sentimientos, experiencia, lógica ni sabiduría; porque a pesar de que sus planes sean totalmente distintos a los tuyos, Él concederá los anhelos más íntimos de tu corazón conforme a su tiempo y perfecta voluntad.

El hombre planea su futuro, pero Dios le marca el rumbo. Proverbios 16:9 (TLA)

¡Cuando pones tus sueños y anhelos en manos de Dios, Él los hace posibles!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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