El pasado 31 de octubre, Nueva York sufrió su peor atentado después de lo ocurrido con las Torres Gemelas en el 2011. Un hombre condujo una camioneta por un sendero peatonal y arremetió contra turistas y transeúntes. Como resultado, ocho personas murieron y al menos doce resultaron heridas.
El sospechoso fue identificado como Sayfullo Habibullaevic Saipov, de Ubekistan, quien, aparentemente es un militante de la organización terrorista ISIS. Entre las víctimas fatales que dejó esta tragedia, se encuentran algunos turistas de Bélgica y Argentina. El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, con respecto al terrorismo, afirmó que “es una cara que no conoce fronteras”; asimismo expresó su solidaridad con las familias de las víctimas.
A lo largo de la historia de atentado se terroristas que dan en todo el mundo, podemos concluir que son ocasionados por el odio que reina en los corazones de las personas. Este hecho, al igual que todos los actos que atentan contra la vida de nuestro prójimo, es algo reprochable y que causa tristeza.
Es por tal motivo que queremos invocar a nuestra audiencia a unirse en oración por el mundo. Para que dejemos que Dios moldee nuestro comportamiento, renueve nuestra mente y nos dé amor por los que nos rodean. El cambio está en nuestras manos, pero debemos dejar que Dios sea quien gobierne nuestras acciones.