A veces solemos dejar de lado algo que nos gusta o que quisiéramos realizar, postergamos las cosas para más adelante, y aunque no queramos reconocerlo, se debe a que no tenemos autoconfianza, creemos que es necesario el apoyo de otra persona, o tropezamos con la escasez de recursos.

En el fondo, seamos sinceros, tiene que ver con el miedo a salir de la zona de confort, a fracasar en el intento, como si uno tuviera que alcanzar éxito a la primera.

El miedo al cambio puede llegar incluso a paralizar a la persona, haciendo que olvide que no está sola. Aquí es donde cobran importancia las palabras del apóstol:

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:13 (RVR1960).

Estas deben hacer eco en nuestro corazón e impulsarnos a conquistar nuevos terrenos, superar viejas heridas y dar un paso decisivo en pro de nuestro bienestar.

Quizá el proceso sea lento y complicado, y es probable que debas recordar a diario que no estás solo, que el Señor va contigo.

“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.” Isaías 54:10 (RVR1960).

Hoy te animo a ver tu presente y futuro con optimismo, retoma aquellas cosas que dejaste pendientes, estudios, proyectos, etc., no dejes pasar más tiempo, alcanza tus sueños y confía en la guía de Dios y que te sostendrá a lo largo del camino que debas recorrer.

Por Cesia Serna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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