Yo me lo merezco todo porque Dios es mi Padre

Yo me lo merezco todo porque Dios es mi Padre

En un momento de mi vida pensaba que porque Dios es mi Padre podía decir que yo me lo merezco todo. Pensaba que en Dios tendría todo y que jamás nada me faltaría. A fin de cuentas, incluso hay un Salmo que dice: «Jehová es mi pastor y nada me faltará».

Pero al pasar del tiempo descubrí que no es que me falte algo, es que Dios siempre suple. Entonces me pregunté: ¿Cuál es la diferencia entre necesidad y antojo? O, ¿cuál es la diferencia entre lo que tengo y lo que quiero?

Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos?

Mateo 6:26 (NTV)

Lo que quiero vs. lo que necesito

La diferencia entre lo que quiero y lo que necesito es sencilla, lo que no se nos hace sencillo es entender que lo que queremos no necesariamente lo necesitamos.

Por ejemplo, quiero un carro último modelo vs. necesito un vehículo para moverme y poder cumplir con mis responsabilidades. La diferencia es clara y sencilla, pero ¿cómo le decimos a nuestro antojo que no y permitimos la razón triunfar. Querer algo no es malo, tampoco es malo decir: «Yo me lo merezco porque he trabajado para ello». Malo es pensar que nos merecemos todo solo porque Dios es nuestro Padre.

Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.

Filipenses 4:19 (NVI)

La Biblia es clara

Decir: «yo me lo merezco» es implicar que todo lo que yo quiero debo tenerlo, y cuando Dios no nos da lo que queremos nos molestamos y hasta reclamamos el porqué no nos lo dio. Cuando en cada versículo de la Biblia que he leído hasta el día de hoy en ninguno me dice que el suplirá mis antojos y deseos, solo me dice que el me dará lo que necesito y suplirá mi necesidad. Dios nos va a proveer todo lo que necesitamos, no todo lo que queremos.

Yo trabajo para lo que quiero porque Dios me suple lo que necesito.

Robert El Russo Pérez

¿Yo me lo merezco o lo quiero?

Cuando establecemos dentro de una oración el término «yo me lo merezco», estamos diciendo que no es una necesidad, no es necesario para nosotros vivir, mas lo queremos y anhelamos.

No está mal desear y querer cosas que no necesitamos, creo fielmente que Dios nos complace y nos da nuestros regalos y nos complace con algunos de nuestros anhelos. Pero también es cierto que Dios no es Dios para darnos todo lo que queremos ni mucho menos cumplir nuestros caprichos.

Dios nos da y suple de lo que tenemos necesidad y nunca nos abandonará, ya que nuestro Padre por excelencia está siempre presente y antes de tener la necesidad ya hizo provisión.

No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: «Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré».

Hebreos 13:5 (NTV)

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

CVCLAVOZ

. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

CVCLAVOZ

Facebook
Twitter
Email
LinkedIn
WhatsApp

He pecado mucho, ¿Dios ya no me quiere?

El hecho de que Dios ha perdonado a quien ha pecado mucho, no significa que debemos seguir pecando y que no viviremos las consecuencias.

Cómo hacer que el evangelismo sea un hábito

Todos llevamos un evangelista en nuestro interior, un deseo de compartir nuestras experiencias. Cómo hacer que el evangelismo sea un hábito.

Pasos prácticos para comprometerte con Dios

Hoy te traemos cinco maneras prácticas de comprometerte con Dios, para que las apliques y crezcas en tu relación con Él.

Tiempo de lectura:

2 minutes

Autor

Comentarios

Likes

0

2 respuestas

  1. Me encanta lo que dices, comparto lo que dices y creo, que el error humano es no ser sinceros y confesar que simplemente ciertos anhelos son deseos y no necesidad, lo importante es comprender que soy yo quien debe trabajar y esforzarme por cumplirlos y no caer en el pensamiento equivoco de creer que porque soy hija de Dios me los merezco. Saludos ❗

Deja un comentario